Tierra y Luna, 1987

 

Producción: Bd Barcelona Design

(Fuera de producción)

La ocurrencia fue hacer una alfombra que pareciese un fragmento de un terreno en el campo, y mejor redonda, que hay pocas. Y ¿por qué no reproducir la Tierra? Para ello OTB buscó fotografías del planeta de la NASA y finalmente encontró, en el museo de la Ciencia de Barcelona, una de las pocas que habían con la Tierra completa, hecha desde un satélite. De ahí surgió la idea de hacer otra más pequeña que fuese la Luna. Pintó los originales, que se reprodujeron con seis colores en nudo turco.
    La Tierra tiene un diámetro de 250 centímetros, y la Luna 120 centímetros, o sea que, por razón de uso, no se respeta la proporción real. La alfombra principal sirve para enmarcar el espacio, y la auxiliar para dar apoyo de forma orbital. Si durante tantos años se ha representado la bóveda celeste en los techos decorados, ¿por qué no poner, ahora que sabemos cómo se ve desde el cielo, la Tierra a nuestros pies?